LA ESCUELA SOÑADA

Durante tres años La escuela Normal de Ibagué fue nuestra cómplice, en ella realizamos la investigación etnográfica denominada Análisis contrastivo entre el discurso de los planes y proyectos del área de Humanidades –Lengua Castellana y las prácticas pedagógicas de la clase de Lengua Castellana, desde el grado primero hasta el noveno de básica secundaria, no vamos a decir que fue una tarea fácil, muchas circunstancias inesperadas hacían del proyecto algo tedioso y denso; como el disgusto de algunos de los maestros de la institución y el aspecto mas duro de sobrellevar: todos nosotros laboramos y sacar tiempo es complicado por eso estamos a distancia; ¡ojo!, y otro aspecto, el invisible, el que venimos parlando, reiterando y volviendo a decir. No se puede sacar juiciosos valorativos o evaluaciones a favor o en contra del maestro o la institución, ya que solo estuvimos en algunas clases, y, no observamos todo el calendario académico.
Esta ponencia como la de mis compañeros, sabemos que por cuestiones de logística irá al están del olvido, como dice Gamboa, con sus laureles y sus ademanes, pero estará carcomida por las telarañas, entonces la única petición es: léanlas, escúchenlas y dispongan; se van para el están, para interaseo o será una bitácora o derrotero de estudio que de soluciones audaces a la encrucijada de la educación. Si les pareció muy anecdótico y opaco, nuestras disculpas, ahora vendrá lo técnico.


UNA MIRADA PRELIMINAR


En el transcurso de la investigación se utilizaron muchas herramientas, los cuales sirvieron de apoyo para elaborar cada ponencia del respectivo semestre y además colaboraron con la estructuración de esta; donde se plasmaron en un gran diagrama recopilador, en él se adjuntaron por completo las observaciones del grado primero hasta el noveno de secundaria, las materias vistas en lengua Castellana con su correspondiente instrumento, a partir de ahí se divisan las debilidades y fortalezas de las observaciones de los grados antes dichos y siempre corroborándolas y justificándolas con los referentes teóricos que sin exagerar dan incluso los pasos de como clavar una puntilla, pero elevándola al vigésimo estado de complicación.

Ustedes dirán, pero estos muchachos no han dicho nada, y es verdad, lo anterior solo es relleno y una ojeada superficial, para completar a Doña Juana, los objetivos principales de esta ponencia son: contrastar los planes de área con el discurso pedagógico, y en resumidas cuentas mostrarles a ustedes los resultados de estos tres años de investigación, a partir de un enfoque pedagógico, humanístico, comunicacional y literario.


UNA MIRADA LEGAL

Primero que todo la Escuela Normal Superior de Ibagué cuenta con unas instalaciones adecuadas para el buen desarrollo humano y académico del estudiantado; cuenta con: biblioteca, aula invidente, de sistemas, de dibujo y por supuesto con personal capacitado en el ejercicio diario de la docencia, cabe agregar que esta legalmente constituida, tiene P.E.I, visión, misión, promueven e incentivan la participación en actos deportivos, conforme el articulo 23 de la ley 115/94 y articulo 52 de la constitución política; ofrecen por igual oportunidades y derechos a las minorías étnicas y a los discapacitados, conforme el articulo 67 de la constitución política y el articulo 1, 5, 46 de la ley 115/94; promueven el diálogo y solución de conflictos gracias al conducto regular, acorde al Art. 17 numeral 5 del decreto 1860/94 y los estudiantes y docentes son conocedores del MACO, como lo expresa el Art. 17 del decreto 1860/94 y el Art. 73 y 87 de la Ley 115/94.

UNA MIRADA ATERRIZADA

Los grados de primaria se caracterizan por ceñirse al texto guía de literatura y no es que sea malo, por que logran el objetivo: llenar al niño del datos, de cultura, pero encasillan al niño, desdibujan su personalidad y su capacidad creadora, como lo puede refutar William Ospina en su ensayo la escuela de la noche, ahí alaba a Estanislavo Zuleta por su espíritu autodidacta y hace honor a esa frase elocuente de Mark Twin “nunca deje que la escuela arruinara mi educación”. El problema nos que arruinen su educación (Aquí la elevan: el joven sabe de comas, puntos, de sílabas, de párrafos, etc.) lo que pasa es que no permiten al estudiante contextualizar su realidad, no autorizan que la interpreten; mejor explicado sin caer en la trampa de lo anecdótico (lo que tanto recalcan los tutores). Cuando leen, simplemente hacen un análisis estructural: enumerar párrafos, personajes y palabras desconocidas, y no ven más allá de la palabra imprenta en el papel. Lo mejor o no sabemos si es lo peor, a los alumnos les gusta leer, empero van mal encaminados.

Otro aspecto relevante es la demasiada pasividad y timidez de los chicos dentro del aula –míralos en el descanso y pensaras que son otros, reflejado en la falta de actividades orales de comunicación interpersonal, de locución ante un público y de discusión de grupos para desarrollar sus habilidades y su criterio, en fin es lo planteado por Víctor Manuel Niño Rojas.

Es increíble como el espíritu avasallador de la modernidad contagia a la escuela: todo el mundo solo, nadie con nadie y su único fin producir. Que transcendentalismo. Para acabar de colmar esta infección, un desorden en su material de trabajo, cuadernos y guías, eso si los salones son pulcros. Si ven las personas le dan más importancia a los objetos que a las personas: Ah que viva la modernidad. Algo interesante entre estas turbias realidades es; los jóvenes al momento de tomar la palabra se escuchan, se respetan los turnos de palabra, constatando la fraternidad por el otro, base irrefutable de los valores, ¡Será porque el maestro de educación física! No importa cumple los logros. Una cuña, señor abogado, ingeniero, cualquier profesional que nos escuche, haga un curso de un año y será profesor.

En secundaria algo bueno, perdón no es que hayamos denigrado de la primaria, por lo contrario en la Escuela Normal Superior de Ibagué, sector primaria el alumno sale capacitado en: saber leer, escribir, operaciones básicas, saben de ortografía (un poco), saben de caperucita y se saben todas las guías; ¿Cumplen los objetivos? Les veníamos diciendo algo bueno. Estos adolecentes crean literatura (cuentos, textos, poesías), lo hacen basado en lo que observan, en su vida diaria y en su entorno; específicamente lo efectúan desde un punto social y crítico, en sus obras se contemplan al hombre interactuando con la sociedad y los padecimientos que sufren para conseguir un propósito, apropiándose de la teoría de María Ángeles Maeso sobre la socio-crítica.

No obstante caen en el mismo error de primaria: la timidez, ese miedo a preguntar, no existe en lo absoluto confrontación de ideas (debates, foros, paneles), se podría decir que siempre participan las mismas personas, en últimas no se cumple la afirmación de María Cristina Martínez “un discurso permite construir otro, llegando a la construcción de un punto de vista”, por ende las creaciones quedan en el papel y ensimismadas en un archivo, ni siquiera las leen, la interacción y retroalimentación se bifurcan.

Lo notable es que son grupos disciplinados y al igual que en primaria se respetan los turnos de palabra, serían excelentes maestros de Hugo Chávez.

La relación entre alumno y docente se limita a dictar una clase, es verbalista y academicista; dicta no orienta. El método básico es el transmisionista, verificándose que no se han roto los paradigmas tradicionales de los que habla Flores Ochoa en su libro Hacia una Pedagogía del Conocimiento. Aquí indiscriminadamente los hemos resumido. Es inaudito que aun en algunos grados se tome al niño como un cántaro vacío al que hay que introducirle datos y convenciones. Docentes, por favor a los jóvenes no se les puede castrar y mucho menos marchitar su personalidad, tienen como obligación enardecer sus capacidades y habilidades y no someterlo e incrustarlo en su albedrio.

La escuela Normal de Ibagué estaría calificada por un supervisor de excelente, pues cumple con los objetivos académicos nombrados globalmente en los párrafos anteriores, aunque el mayor inconveniente escrutado por nosotros es que no promueven el pensamiento.

Sería bueno crear una propuesta, en la cual se aliente el pensamiento crítico y analógico, por medio de la lectura, cualquier tipo; literatura, periódicos, ensayos, textos científicos, etc. Haciéndolos construir nuevos discursos, teniendo en cuenta las lecturas. Como saben Leer faculta a la mente para entender el rompecabezas de la realidad, la verdadera (no aquella realidad disfrazada y homogenizada por el poder y la publicidad que nos hipnotiza) y si los alumnos la entienden, la arman, la decodifican, potenciarían su pensamiento crítico, porque las personas que lo hacen cambian sus perspectivas de vida e infunden su ánimo en los demás. Que logran: mirar el mundo como es, muchas veces cruel, muchas veces bello y lo importante sin miedos. Román Gubern nos habla “en pocas palabras la técnica puede ser una sumisa servidora del estado del bienestar, aportando abundancia, creatividad y diversificación, pero también una eficaz herramienta para el estado totalitario, poblado por ciudadano invisibles.” Criticar o participar permite hacernos visibles en la tierra y en la educación. Educar para el hombre y el hombre para la sociedad.

El pensamiento analógico le concede al hombre la capacidad de fantasear, de imaginar y sensibilizarse ante el mundo, por eso hay que fomentar la lectura en las aulas y acordarse de la poesía que esta tan olvidada.

La escuela soñada, sino fue suficiente con lo anterior solo busca indicar aquellas fortalezas y debilidades antes mencionadas, y dejar brechas abiertas para construir la verdadera escuela soñada: donde todos seamos libres de las ataduras impuestas por la sociedad y el poder, y donde la educación sea un instrumento ético y estético, como lo afirma Gabo, que inspire un nuevo modo de pensar y vivir y nos incite a mirar más allá de lo que pululan las palabras, la cultura y el mismo hombre.

Esperamos que estas 1643 palabras hagan eco en las paredes agónicas y narciso (la educación) las escuche.

Gracias a la E.N.S.I, por abrirnos sus puertas ojala no nos la cierren, gracia a la universidad por la matricula tan alta y hacernos trabajar arduamente y por prestarnos estos salones y gracias a los tutores por tanto.

Es largo, pero leánlo y reconfortensen con una mala redacción.