lunes, junio 23, 2008

EL SIGNO DEL PEZ


SAULO O EL PODER DE LA PALINGENESIA


ESBOZO

Dos aclaraciones, la primera antes de que los editores o familiares de Bioy Casares me demanden por derechos de autor por el parecido del titulo con el de su cuento, es coincidencia, ahora releyendo me di cuenta de la similitud, disculpas. La segunda, este texto es el producto de la inmediatez, del azaramiento, y de mi propio descuido hacia la escritura, o la segunda aclaración es una revelación para justificar éste, mi peor texto, aunque a comparación con los otros este es el mejor.

El Signo del Pez de Germán Espinosa, es una magnifica novela, es una obra de arte, ni por un momento se le puede comparar con algunas novelas o escritos que se hacen llamar literatura, son puras lecturas consumistas y de un rato, son modas pasajeras y destinadas al mercantilismo, esta novela requiere de lectores preparados, conscientes y no de lectores perezosos y que a la menor dificultad los cierra y los destina al olvido. Para no perder la idea del libro, y para que las palabras no se me bifurquen-o como me lo dijo cierta vez Borges: ¿Sí logra el lenguaje nombrar la realidad?, a veces las palabras no alcanzan para describir el maravilloso y doloroso mundo-haré un pequeño esbozo del libro (se los dije con esta forma de escribir quién sabe para dónde voy). Es una historia donde el autor quiere demostrar o proponer una teoría al origen del cristianismo, en el cual Saulo es el soñador el que tuvo la idea de esta gran empresa y tuvo la vocación intima de sacarla adelante; Paulo o Pablo el evangelizador, el catequista, el apóstol y Jesús el médium, el instrumento, el logos, la invención de Saulo, el dios que toda cultura arcaica y rupestre necesita, y en fin todos son uno; la palingenesia. Se cristaliza el conflicto de dos culturas la judía (monoteísta) y la grecorromana (politeísta), y en un intento frustrado-religioso, claro. Porque a Roma, a Grecia le debemos la filosofía, la literatura, el mito, la política, etc. Nos influenciaron potentemente- la cultura más fuerte queriendo someter a la más débil, la historia, los antecedentes nos lo demuestran: las estadísticas, según Twain dicen que el cristianismo es una de las religiones con más devotos en el globo. Otra dicotomía, filosofía y religión se presenta clara y concisa, el autor nos la esboza paseándonos por culturas elevadas, las hace vivir en carne propia, como si Germán hubiera estado allí y hubiese venido a contarnos todo, cada detalle, las formas de la montaña, los templos, las casas, el clima, las costumbres. Y el amor ese prohibido, ese insurrecto de un complejo de la niñez, que ahora se llama complejo de Edipo, ver tener sexo a los padres y llegar al punto de dejarlos… ¡de olvidarlos! , pero le sirvió para mantenerse a salvo del humano corriente, y lograr su propósito: la evangelización del mundo (pobre Saulo, casto, pobre Aspalata).

AL ENCUENTRO DE LA FILOSOFIA

Cuando se habla de filosofía inmediatamente nos trasladamos a Grecia, a la cuna de las letras del arte de la arquitectura, de la retorica, de la mitología, esa mitología que Walter Otto sostiene no eran solo poderes efectivos obrando sobre la realidad, sino que fue a partir de su existencia que ese pueblo desarrolló su filosofía, su tragedia, su poesía. Aspálata conocedora de esta cultura y sin improvistos incitó e inició a Saulo en el mundo filosófico, ya que veía en él un universo prometedor en este campo de la vida, Saulo lo supo aprovechar integrando el pensamiento filosófico a sus creencias, adueñándose de sus conceptos, en primer lugar el de los estoicos hasta llegar al pensamiento platónico, ese que concibe al hombre en dos materias: la corpórea la que se desvanece con el tiempo y el alma inmortal donde habitan las ideas y el alma: el halo divino de la existencia que nunca se evapora, siempre esta solido por la gracia del logos. Si, si. La palabra el logos obsesiona a los griegos…A los estoicos…A Heráclito…A Aristóteles. Los griegos-palabras de Espinosa- se inclinarían ante quien afirmase tener y poseer la fuerza del logos (el logos le permitió a los griegos, por medio de aquel acertijo de la esfinge de Tebas “¿Cuál es el animal que camina por la mañana en cuatro patas, al mediodía en dos y por la tarde en tres?” visualizar el enigma terrible de la existencia humana y su naturaleza transgresora de la perplejidad), la fuerza del verbo: ante quien demostrase ser el verbo hecho carne. Si, si. Obsesiono a Saulo.

De tal modo Saulo transmuto su pensamiento hebreo arcaico, el que avanzo a tropiezos entre cautiverios, incomprensiones y miserias al pensamiento filosófico que convoca a la individualidad del ser humano, gran diferencia entre los griegos y los demás pueblos del mundo que lo hacían a la manera de colmenas o de hormigueros regidos por una mente gregaria en cambio un ateniense alejado de su ciudad podía seguir alimentado por si solo su individualidad. Saulo materializo la filosofía en la religión.

La filosofía significa amor a la sabiduría y al conocimiento teórico y práctico de todo cuanto existe; la religión, entendida como la relación del hombre con lo sagrado que alude una entidad superior ininteligible; o simple, a la necesidad del hombre de explicar lo inexplicable, de llenar vacios existenciales y buscar en la divinidad la respuesta. El logos de la filosofía fue la verdad para Saulo, fue el vehículo para evangelizar el mundo, su filosofía propicia la conquista del politeísmo, es la base-sin especulaciones-con sus conceptos en su época novedosos (alma, esencia, la idea, la inmortalidad del alma, el conocimiento del yo, del espíritu) del cristianismo saulista en la época de los cesares, de los filósofos. Saulo, la palingenesia. Jesús.
El cambio, ¿la renovación? A la conquista de los gentiles. Paulo.

HISTORIA DE UN HOMBRE

Saulo de Tarso, el hombre, el análogo de Alejandro Magno, el actor intelectual y material del cristianismo, quien edifico un plan perfecto para evangelizar (pensaría en algún momento que seria una forma de dominación y tener cohibida a la humanidad).

Saulo el bienaventurado, el peregrino: recorrió los caminos insondables de la filosofía, de la medicina-los terapeutas- y las vías tormentosas de la evangelización; Saulo, Paulo o Jesús o el Logos, nos conducen al mismo lado, al credo del cristianismo, a su fundación, a sus cimientos, al plan elaborado:

La devoción; la fe rupestre de Saulo el gimnasta, a buscar en esa fe la verdad, el amor filial entre los hombres y la comprensión. El renunció al amor sexual, parte de su religiosidad se funde ahí.

La peregrinación; en culturas extraordinarias, sumidas en el antropocentrismo, en la búsqueda incesante del ser, de sus inquietudes, de su cosmos, de la esencia divina que hace posible su comprensión incesante de la realidad.

La negación; Aspálata se convierte sin quererlo en el diablo, en la tentación hecha carne, pero a la ves es su protectora, su maestra.

La ejecución; adquirió todos los conceptos filosóficos, todos los conceptos médicos, se bautizo, renació en otro porque los seres humanos necesitan algo en que aferrarse, necesitan milagros, hasta no ver no creer, y necesitan la gracia divina para plantar sus miedos; la resurrección, es pues, la causa para justificar su divinidad.

El reto; evangelizar el mundo, así como Alejandro Magno conquistó toda la tierra conocida, llevando la palabra de Dios, de su hijo que murió para limpiar nuestros pecados.

Que plan, solo un hombre soñador, firme en sus convicciones, en su fe y abierto a otros pensamientos, es capaz de maquinar cada detalle, tan sutil y feroz. Pero se da además por la falta del hombre de esa época de labrar su propio destino, de tejerlo, de sacar adelante sus ideales: su debilidad y Saulo la supo aprovechar-ahí radica su ingenio-le dio algo en que creer. Le dijo, le predicó, obra por el camino del bien del amor (lo condicionó, lo cohibió) y llegaras al reino de los cielos, y encontraras la paz.
(Que pagina tan fragmentada, como la vida o mi angustia de copar espacio)

SAULO

Solo las palabras y el intelecto de un hombre como Germán Espinosa consiguen ser más duraderas que el mármol y más resistentes que el bronce y logran deleitar al lector con esta novela ensayística cargada de símbolos: la filosofía es el símbolo de la búsqueda humana, es el camino verdadero para encontrar la razón de ser y existir. El pez o el "Ichthys" representan las iníciales de la frase, “Iesous Christos Theou Yios Soter”
Ichthus: I = Iesous (Jesús); Ch = Christos (Cristo); Th = Theou (Dios); U=Uios (Hijo); S=Soter (Salvador).

Significado:”Jesús, Cristo, Hijo de Dios, Salvador".

Los creyentes son "pequeños peces", según el conocido pasaje de Tertuliano (De baptismo, c. 1): "Nosotros, pequeños peces, tras la imagen de nuestro Ichthus, Jesús Cristo, nacemos en el agua". Una alusión al bautismo. El cristiano no solo murió y nació de nuevo en el bautismo sino que vive de las aguas del bautismo, es decir, en la gracia del Espíritu Santo. El cristiano que se aparte de la vida de estas aguas muere. Como un pez muere al salir del agua, el cristiano muere si se deja seducir por la mente del mundo.(1)

El símbolo del pez puede que sea inspirado por la multiplicación milagrosa de panes y peces o por los peces que Jesús Resucitado compartió con sus discípulos (Juan. 21: 9). Al llamar a los discípulos para Jesucristo les dijo: «Venid conmigo, y os haré pescadores de hombres.» Y ellos al instante, dejando las redes, le siguieron. -Mateo 4,19-20; cf. Marcos 1,17).
La religión es un invento de “dominación”, tal vez, Saulo (hombre perspicaz) intuyó o leyó la realidad helénica: poseída por la política y como ésta sujetaba a aquellos habitantes a sus conformidades, entonces surgió esa gran empresa que hoy en día todavía persiste para tener cierto poder y no verse relegada por poderes mayores. En definitiva, El Signo del Pez es una teoría sobre el origen del cristianismo, su precursor Saulo de Tarso, quien fue Paulo y Jesús al mismo tiempo, quien se basó en la filosofía para renovar los conceptos primitivos de su religión, quien aprendió la mafia curativa de los terapeutas para hacerlos pasar por milagros y ganar adeptos, quien se bautizo para renacer en el espíritu santo, y quien murió y resucitó para fundar su religión.

Para darle un aspecto de sapiencia a este texto tan intricado, me surgió la idea de terminar con esta estrofa de un poema de Borges (hombre de mentalidad filosófica) Dice:

Dios mueve el jugador, y éste, la pieza.
¿Qué dios detrás de Dios la trama empieza
De polvo y tiempo y sueño y agonías?

Y este es para Saulo:

La luna ignora que es tranquila y clara
Y ni siquiera sabe que es la luna;
La arena, que es la arena. No habrá una
Cosa que sepa que su forma es rara.
Las piezas de marfil son tan ajenas
Al abstracto ajedrez como la mano
Que las rige. Quizá el destino humano
De breves dichas y de largas penas
Es instrumento de otro. Lo ignoramos;
Darle nombre de Dios no nos ayuda.
Vanos también son el temor, la duda
Y la trunca plegaria que iniciamos.
¿Qué arco habrá arrojado esta saeta
Que soy? ¿Qué cumbre puede ser la meta?

1-WWW.WIKIPEDIA.COM

2 comentarios:

fawkes dijo...

oye gracias por tu comentario. pero el que escribe realmente bien eres tu, espeo seber mas de ti.
suerte.
att fawkes..

JUAN BATERO dijo...

Yo tambien espero saber mas de ti, de lo que escribes, gracias y nos vemos en la digitalidad.