«Siempre detesté ese lado antihombres de esas muchachas de izquierda que odiaban a los tipos, al matrimonio y a los hijos. Eso es una tontería y una pérdida de tiempo».
Doris Lessing.
Antes que todo no sé si seré un mal lector de historias de amor enmarcadas por la revolución en este caso la mexicana, ya que todas las reseñas que leí-lo hice para comprobar- me probaban y me conducían a lo mismo: dizque a la liberación de la mujer sometida por el machismo y la sociedad oligarca. Lo digo porque a mí parecer aquí no se trata de liberación ante la muerte del esposo y de sometimientos conyugales. Miremos, y lean (no lo creo):
Antes que todo no sé si seré un mal lector de historias de amor enmarcadas por la revolución en este caso la mexicana, ya que todas las reseñas que leí-lo hice para comprobar- me probaban y me conducían a lo mismo: dizque a la liberación de la mujer sometida por el machismo y la sociedad oligarca. Lo digo porque a mí parecer aquí no se trata de liberación ante la muerte del esposo y de sometimientos conyugales. Miremos, y lean (no lo creo):
Arráncame la vida es una historia que se desarrolla en el marco de la posrevolución Mexicana, en este periodo se potenció la enseñanza y los sindicatos obreros, se repartieron tierras a las clases menos favorecidas, se fomentó la industria y se mejoró la red vial.
Se pensaría que es una historia de amor, en sus diferentes manifestaciones (conyugal y extramatrimonial.), pero es mas que eso, es la historia de una mujer que por todos los medios-ella sin estudio-trata de subyugarse de esa monotonía que es el matrimonio, en este caso demostrado por la continua rutina de ir a fiestas políticas y económicas, de organizar comidas, de cuidar la casa, los niños, olvidándose de su íntimidad, de su vida privada, prestándole más atención a lo social, lo cual era incitado por Andrés, tal vez como una cortina de humo para esconder sus delitos, sus matanzas, sus actos de corrupción. Catalina, era pues, la cara amable ante el pueblo, ante los medios de comunicación, y ante todos aquellos detractores de la política de su esposo. Se involucro de lleno en la política, en obras sociales, en manifestaciones culturales, es decir con las clases altas que manejan un país, como una forma de mantener ocupado su tiempo y olvidarse de el tedio matrimonial. “Catalina” la protagonista de este ameno libro, es una mujer que no busco su destino, a pesar de que no se acoplo a él por completo lo supo labrar y soportar: se caso a temprana edad, siendo todavía una adolescente e inocente de los aspectos de la vida (el sexo, la vida en matrimonio, los hijos, etc.). Andrés su esposo, tal vez por eso se enamoro. No. La sintió como una chica tibia, dulce, cándida, sumisa-el tiempo le demostró lo contrario-y una buena acompañante para pasar el resto de su vida. Su vida en matrimonio se hizo dependiente, ella lo quería y lo necesitaba, “esa noche me metí en la cama temblando del miedo y del frio,… ¿así que estas llorando por tu charro? –dijo. Me levante del suelo y fui a tocarlo.”(pág.26). Catalina poco a poco se adueño de su posición, como esposa, amante, y cómplice, pero nunca fue sometida, esta claro que el marido por sus orígenes campesinos tenia un pensamiento retrogrado en cuestiones femeninas (él es un charro, autoritario y se hace lo que el diga "-si-dijo Andrés.La acepto y prometo deferencias que el fuerte debe al débil...así que puedes ahorrarte la lectura".Pág.14 ), y además la época y la cultura influían en el comportamiento machista, ni siquiera permitían que las mujeres votaran, sin embargo Catalina supo librarse de todo esto, estando en vida Andrés. ¿Cómo? Ella empezó a trabajar en Beneficencias, hospitales públicos, en casas de hogar, y los recursos los conseguía por su cuenta “Llamé a sus hijas para proponerles que me ayudaran a organizar bailes, fiestas, rifas, lo que pudiera dar dinero para la Beneficiencia Publica.” (pág.52). Esto ya era un acontecimiento: que una mujer trabajara en esos tiempos, según esa época la mujer era para la casa, para procrear, cuidar la casa y los hijos. Estos eran sus mandamientos. Ella se relacionaba y discutía con grandes políticos de igual a igual, sin discriminaciones; lo anterior me remite a unas palabras que dijo Doris Lessing «No sé a qué se refieren con eso —respondió la escritora ante las declaraciones de la Academia—, los hombres y las mujeres no son tan diferentes». A las mujeres de Lessing les importa un bledo la lucha por la igualdad, porque no tienen que ser iguales a nadie para ser ellas mismas, igual que Catalina.
Catalina, tal vez por su juventud y el estar casada con alguien mayor no se realizo sexualmente, quizás por eso fue infiel. Nunca lo hizo por pagarle con la misma moneda a Andrés, leamos “…yo me encargue de quitarle la virginidad…”, otras veces porque de verdad se enamoro-en Andrés veía una figura paterna-“nos reímos mucho. No reímos como dos mensos que no tienen futuro ni casa ni una chingada.” Dirían los más recatados es una mujer promiscua, dirían los más intelectuales es una mujer que se libero del yugo matrimonial, dirían los más moderno es una mujer a todo dar y que sabe disfrutar su sexualidad y le encanta tener sexo. Que opinan, donde se posicionan.
¡Ah! cabe resaltar de esta obra de Ángeles Mastretta, todas las relaciones que propone entorno a Catalina. En primera instancia con su padre que era su confidente, su estandarte, su admiración, su evasión de la realidad “¿Qué te lastima?... No llores. Mira que lindo esta el cielo. Siente como huele el café.” (pág.61) Su relación con los amantes, que la libraban por unos instantes de su realidad de esposa y madre “Era una cabra. Era yo sin recordar a mi papá, sin mis hijos ni mi casa, ni mi marido, ni mi ganas del mar.”(pág.167). Con sus hijos, es una relación mas de amigos o de conocidos, ella no estaba preparada para ser madre “decidí cerrar el capitulo de amor maternal. Se los deje a Lucina.” Y con la naturaleza, cuando sale a cabalgar, para dejar todo atrás y solo mirar hacia delante sin importar nada, solo dejarse llevar por la vida; cuando se revuelca con las flores para que su olor la transporte al mundo de lo imaginado, donde todo es posible (el amor).
La tierra, el barro “sentada en el suelo, jugando con la tierra húmeda…” se convierte en el símbolo del renacimiento, de un volver a ser, de un volver a hacer, de un volver a ser feliz, de un volver a otra vida.
Se pensaría que es una historia de amor, en sus diferentes manifestaciones (conyugal y extramatrimonial.), pero es mas que eso, es la historia de una mujer que por todos los medios-ella sin estudio-trata de subyugarse de esa monotonía que es el matrimonio, en este caso demostrado por la continua rutina de ir a fiestas políticas y económicas, de organizar comidas, de cuidar la casa, los niños, olvidándose de su íntimidad, de su vida privada, prestándole más atención a lo social, lo cual era incitado por Andrés, tal vez como una cortina de humo para esconder sus delitos, sus matanzas, sus actos de corrupción. Catalina, era pues, la cara amable ante el pueblo, ante los medios de comunicación, y ante todos aquellos detractores de la política de su esposo. Se involucro de lleno en la política, en obras sociales, en manifestaciones culturales, es decir con las clases altas que manejan un país, como una forma de mantener ocupado su tiempo y olvidarse de el tedio matrimonial. “Catalina” la protagonista de este ameno libro, es una mujer que no busco su destino, a pesar de que no se acoplo a él por completo lo supo labrar y soportar: se caso a temprana edad, siendo todavía una adolescente e inocente de los aspectos de la vida (el sexo, la vida en matrimonio, los hijos, etc.). Andrés su esposo, tal vez por eso se enamoro. No. La sintió como una chica tibia, dulce, cándida, sumisa-el tiempo le demostró lo contrario-y una buena acompañante para pasar el resto de su vida. Su vida en matrimonio se hizo dependiente, ella lo quería y lo necesitaba, “esa noche me metí en la cama temblando del miedo y del frio,… ¿así que estas llorando por tu charro? –dijo. Me levante del suelo y fui a tocarlo.”(pág.26). Catalina poco a poco se adueño de su posición, como esposa, amante, y cómplice, pero nunca fue sometida, esta claro que el marido por sus orígenes campesinos tenia un pensamiento retrogrado en cuestiones femeninas (él es un charro, autoritario y se hace lo que el diga "-si-dijo Andrés.La acepto y prometo deferencias que el fuerte debe al débil...así que puedes ahorrarte la lectura".Pág.14 ), y además la época y la cultura influían en el comportamiento machista, ni siquiera permitían que las mujeres votaran, sin embargo Catalina supo librarse de todo esto, estando en vida Andrés. ¿Cómo? Ella empezó a trabajar en Beneficencias, hospitales públicos, en casas de hogar, y los recursos los conseguía por su cuenta “Llamé a sus hijas para proponerles que me ayudaran a organizar bailes, fiestas, rifas, lo que pudiera dar dinero para la Beneficiencia Publica.” (pág.52). Esto ya era un acontecimiento: que una mujer trabajara en esos tiempos, según esa época la mujer era para la casa, para procrear, cuidar la casa y los hijos. Estos eran sus mandamientos. Ella se relacionaba y discutía con grandes políticos de igual a igual, sin discriminaciones; lo anterior me remite a unas palabras que dijo Doris Lessing «No sé a qué se refieren con eso —respondió la escritora ante las declaraciones de la Academia—, los hombres y las mujeres no son tan diferentes». A las mujeres de Lessing les importa un bledo la lucha por la igualdad, porque no tienen que ser iguales a nadie para ser ellas mismas, igual que Catalina.
Catalina, tal vez por su juventud y el estar casada con alguien mayor no se realizo sexualmente, quizás por eso fue infiel. Nunca lo hizo por pagarle con la misma moneda a Andrés, leamos “…yo me encargue de quitarle la virginidad…”, otras veces porque de verdad se enamoro-en Andrés veía una figura paterna-“nos reímos mucho. No reímos como dos mensos que no tienen futuro ni casa ni una chingada.” Dirían los más recatados es una mujer promiscua, dirían los más intelectuales es una mujer que se libero del yugo matrimonial, dirían los más moderno es una mujer a todo dar y que sabe disfrutar su sexualidad y le encanta tener sexo. Que opinan, donde se posicionan.
¡Ah! cabe resaltar de esta obra de Ángeles Mastretta, todas las relaciones que propone entorno a Catalina. En primera instancia con su padre que era su confidente, su estandarte, su admiración, su evasión de la realidad “¿Qué te lastima?... No llores. Mira que lindo esta el cielo. Siente como huele el café.” (pág.61) Su relación con los amantes, que la libraban por unos instantes de su realidad de esposa y madre “Era una cabra. Era yo sin recordar a mi papá, sin mis hijos ni mi casa, ni mi marido, ni mi ganas del mar.”(pág.167). Con sus hijos, es una relación mas de amigos o de conocidos, ella no estaba preparada para ser madre “decidí cerrar el capitulo de amor maternal. Se los deje a Lucina.” Y con la naturaleza, cuando sale a cabalgar, para dejar todo atrás y solo mirar hacia delante sin importar nada, solo dejarse llevar por la vida; cuando se revuelca con las flores para que su olor la transporte al mundo de lo imaginado, donde todo es posible (el amor).
La tierra, el barro “sentada en el suelo, jugando con la tierra húmeda…” se convierte en el símbolo del renacimiento, de un volver a ser, de un volver a hacer, de un volver a ser feliz, de un volver a otra vida.
Una pequeña acotación irrelevante: Por qué el titulo, lo escogió por la canción o es una simple coincidencia. Aqui esta la letra de la canción, comparemos:
En estas noches de frío
de duro cierso invernal
llegan hasta el cuarto mío
las quejas del arrabal
en estas noches de frio
de duro cierso invernal
llegan hasta el cuarto mío
las quejas del arrabal
-Coro-
Arráncame la vida
con el último beso de amor
arráncame la vida toma mi corazón
Arráncame la vida
Y si acaso te hiere el dolor
Ha de ser de no verme
Por que tus ojos me los llevo yo
La canción que pedias
Te la voy a cantar
La llevaba en el alma
Y te la voy a dar
La llevaba en el alma
La llevaba escondida
Y te la voy a dar.
El tango nace entre malvivientes, pero también entre gente honesta, entre los peones rurales expulsados del campo por la nueva organización empresarial de la estancia, dónde la ganadería extensiva requiere menos mano de obra, y entre los miles de italianos y españoles que llegaron a Buenos Aires y a Montevideo.
Es una voz atenuada, dulce, si se quiere hasta piadosa. Sí, designa a la baja ciudad, pero toda vez que la habita el humilde de buena costumbre. Esa palabra es: suburbio. Ferrer contrapone suburbio a arrabal, Este término -explica- proviene del hebreo rabah, que significa multiplicarse, desbordar la ciudad, o del árabe arraba: extramuro.
"Por todo lo contrario de suburbio -afirma el autor-, tiene esta palabra una misteriosa potencia fonética. Algo así como una oscura pólvora acústica que se gatilla en la erre, pega tres sordos estampidos en las aes, y fulgura como matando en la ele final: ¡Arrabai! Y hay que escribirla con mayúscula y entre signos de admiración, porque así lo exige su sonoridad: Arrabal nombra, claro, el bajo urbano de la mala vida."(1)
Es una voz atenuada, dulce, si se quiere hasta piadosa. Sí, designa a la baja ciudad, pero toda vez que la habita el humilde de buena costumbre. Esa palabra es: suburbio. Ferrer contrapone suburbio a arrabal, Este término -explica- proviene del hebreo rabah, que significa multiplicarse, desbordar la ciudad, o del árabe arraba: extramuro.
"Por todo lo contrario de suburbio -afirma el autor-, tiene esta palabra una misteriosa potencia fonética. Algo así como una oscura pólvora acústica que se gatilla en la erre, pega tres sordos estampidos en las aes, y fulgura como matando en la ele final: ¡Arrabai! Y hay que escribirla con mayúscula y entre signos de admiración, porque así lo exige su sonoridad: Arrabal nombra, claro, el bajo urbano de la mala vida."(1)
Es una canción con una pasión tremenda, desbordante , igual que el libro , que para sentirla hay que escucharla. Se las recomiendo.
1- www.museodecera.com.ar
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