viernes, marzo 30, 2007

ENCUENTRO DOS SEMESTRE CINCO


PREGUNTAS GENERADORAS



¿Qué aspectos sociales de la literatura se encuentran en la época actual?

El ser humano en los últimos años ha venido decayendo, desvaneciéndose; perdiendo su horizonte, y las preguntas filosóficas del para qué y el por qué de su existencia han dejado de interesarle. Esta decadencia humana es el punto de partida de muchos escritores y esta representada en los sufrimientos, en la guerra, en la violencia, en las pasiones, en la soledad, en la falta de comunicación y en desorden social empezando por la familia. Si quieres escribir mira a tu familia, a tu comunidad, tu país, tu región y tendrás una buena historia. ¡Ah! Se me olvidaba la mayor parte de la literatura es urbana.


¿De qué manera la literatura usa los elementos societales en la construcción de su estética?

Para que una obra literaria tenga una ética y una estética se requiere que el autor tenga una historia que contar, el problema radica en cómo contarla, es decir la carpintería que el escritor le incorpora y así hacerla más llamativa arquitectónica y lingüísticamente.


¿Cómo abordar el complejo de la sociedad moderna / postmoderna a partir de literatura?

La literatura es una puerta que siempre esta abierta, por ahí entra desde lo más ínfimo hasta lo más grande, desde lo más inverosímil hasta lo más real. Depende de ustedes como abordar el tema, no importa su complejidad, lo único que interesa es la imaginación, la creatividad y las relaciones con el mundo. Recuerden que la literatura permite todo, siempre y cuando conciba una ética y tal vez una estética.







ANÁLISIS DE LA NOVELA BALZAC Y LA JOVEN COSTURERA CHINA

Primero que todo por qué aparece Balzac en la obra.

Balzac o mejor Honoré de Balzac es destacable por su conocimiento profundo y exacto de la psicología femenina y muy especialmente la pasión con que se afrontan todos sus temas. De ahí el cambio abrupto e irreversible de la Sastrecilla. Balzac a través de sus libros le hizo ver el mundo, le abrió los ojos, le dijo que ella no es sólo esa montaña, su padre, sus amigos, la aldea o su maquina de cocer; más allá de todo hay una realidad sin recorrer… la libertad. O como diría la propia Sastrecilla “La belleza de una mujer es un tesoro que no tiene precio”, refiriéndose a lo que Balzac le había hecho comprender.

Balzac y la joven costurera china es una obra que línea tras línea te sumerge en paisajes exóticos, en la cultura china decadente, pobre, revolucionaria y mágica; donde la inteligencia es obligada a reeducarse en el campo, tal vez para hacer olvidar la otra realidad social, de la cual depende nuestra historia, a partir de la ignorancia academicista. Con el telón de fondo del comunismo chino en auge, presidido por Mao Zedong.
No sé si Mao lo que quería con la reeducación era acabar con cualquier destello ideológico en contra suya o promulgar el colectivismo rural para un mejoramiento económico, y así una tecnificación del país: de lo rural a lo urbano. Lo único que se sabe a ciencia cierta es que en el marco histórico-cultural de la década de los sesenta Mao preparó su Revolución Cultural proletaria, ella pretendía devolver la voz y el poder a pueblo, es decir, a grandes rasgos, los intelectuales eran los que se oponían a su régimen, por consiguiente los enviaban al campo, y los campesinos “los sometidos” tomarían la voz y el poder.

La obra además de ser una narración sencilla, lineal, agradable, con pequeños saltos en el tiempo o flash back: “recuerdo todavía aquella lejana tarde, cinco o seis años antes…”. Nos muestra la dualidad entre lo prohibido y lo autorizado, entre el mundo occidental y el mundo oriental, en el que transgredir lo vedado causa reconfortación y liberación. Los libros son una válvula de escape para los muchachos de esa tierra hostil, frígida e indolente. Como decían ellos “fuimos tentados, invadidos, conquistados por el misterio del mundo exterior, sobre todo el de la mujer, el del sexo, que los escritores occidentales nos revelaban día tras día”.

En conformidad la naturaleza, el agua, los torrentes, las cascadas, los senderos son un símbolo de que nada esta quieto en el tiempo: los cambios y la evolución son parte del ser humano. Como diría un gran filosofo “nadie se baña dos veces en el mismo río”. Es de considerar que cada lectura de los jóvenes influían en su comportamiento: Luo y la Sastrecilla eran apasionados, espontáneos, amorosos por la lectura de Balzac, en cambio el otro joven era más individualista y reflexivo debido a la lectura de Jean Christophe.

El amor, la amistad y la complicidad son los pilares que sostienen a los jóvenes en ese universo adverso, son los que le permiten sobrevivir y tener sus ilusiones en alto, son los que le permiten ir a labrar la tierra con sus búfalos y son los que le permiten acostarse en su casa sobre pilotes. Entonces cuando la Sastrecilla parte a conocer el mundo y los deja solos –porque ella también era un respiro, un escape a esa cruel orbe- a ellos el mundo que habían construido se les derrumba y sus libros, sus preciados libros los que le abrieron las ventanas al mundo occidental; ardían vorazmente por el fuego intrañable de su frustración en una noche fría como las de China.